sábado, 17 de julio de 2010

Emiliano Brancciari



Emiliano Brancciari es un tipo de palabras firmes. Poco afecto a las declaraciones estruendosas, pareciera quedarse siempre con la definición correcta, respaldada por una media sonrisa que se balancea bajo sus rulos desarmados. Para él, que se fue de su Munro natal siendo muy pequeño y que abrazó su patria chica al otro lado del río, el oficio de cantante de rock es tan sólo una buena forma de perseguir los sueños que acumuló durante los crudos inviernos montevideanos. Y, como si echara mano a su reserva confesional, recubre su estado de constante timidez con cortesía de caballero. Ordena las ideas y se muestra sobrio, seguro. Dejando entrever que su mundo interior no es de libre acceso y que ciertas historias deben permanecer guardadas en el mejor lugar posible: su música.
En silencio y con mucho esfuerzo, No Te Va Gustar fue construyendo su carrera escalón por escalón. Desde los lejanos días en que la banda era un trío que se curtía en el under charrúa y se sacaba las ganas tocando temas de Sumo y Bob Marley, pasaron algunas cosas: giras por Europa, la pérdida de dos miembros fundadores –el baterista Pablo Abdala y el bajista Mateo Moreno–, un sold out de 32 mil personas en el Velódromo de Montevideo, la edición de un DVD y dos vísperas de consagración en la Argentina, reflejadas en un Obras al mango y la caliente y festejada actuación en el último Quilmes Rock. Pero nada es suficiente.
Mientras el grupo se prepara para entrar a estudios para grabar el sucesor de Todo es tan inflamable –que contó con la producción del mítico Tito Fargo–, ajusta los detalles finales de lo que será su show más trascendente en estas tierras, cuando el próximo jueves 12 de junio llegue por primera vez al Luna Park. Con la serenidad de quien sabe ha recorrido un largo camino, Emiliano hace gala de la uruguayanidad al palo y se lo toma con calma. “Estamos viviendo esto con mucha expectativa, ya que sabemos de la importancia del lugar. Tuvimos la oportunidad de tocar una sola vez en un festival solidario hace un montón de tiempo ahí, pero sólo hicimos un par de temas y nos quedamos con las ganas de, en algún momento, hacer uno nosotros solos. Y la verdad es que se nos dio después de mucho tiempo y después de mucho trabajo. Esperamos que nos salga todo como queremos”, suelta con su voz suavizada por años de termo bajo el brazo. “Si bien yo le tengo quizá más respeto a Obras, y no sé por qué, siento que el Luna es un sitio especial y un punto de inflexión entre dos etapas del grupo. Este show es muy importante y sabemos que es un lindo paso en la Argentina. Estamos con muchas ganas.”

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